martes, 11 de diciembre de 2012

¿TRADICIONALISMO O MODERNISMO?

¿TRADICIONALISMO O MODERNISMO?:


Todos cuando empezamos a entrenar un Arte Marcial tradicional, sin ser orientales; nos encontramos con una nueva cultura, y las tradiciones que envuelven a la misma.
Más allá de las técnicas, nos encontramos con un nuevo mundo de etiqueta, nomenclatura, pronunciación, vestimenta, y todo lo que conlleva entrenar un Arte Marcialtradicional.

Pero lo más significativo en mi opinión es la filosofía oriental, muy distinta a la occidental, conceptos que son incomprensibles para nosotros, son normales para quienes han convertido un Arte de guerra en un Camino de Vida.

Es así que podemos hablar del Budo, una palabra que muchos han escuchado pero que pocos conocen y experimentan su verdadero significado, más aún en la actualidad.

Con la occidentalización de las Artes Marciales surgió una obvia cuestión, ¿continuar con las tradiciones del Arte Marcial entrenado o adaptarlo a nuestra cultura? Algunos lo llaman modernizarlo, eliminando cuestiones de etiqueta, terminología, rituales, ceremonias y cualquier elemento que sea extraño para nuestra cultura.
Si bien las Artes Marciales híbridas derivadas de otras tradicionales ya cuentan con elementos actualizados, la discusión se da en la aplicación de este método en las Artes más tradicionales.

Los argumentos son varios, muchos son ciertos otros no tanto. Por ejemplo, es difícil que los niños occidentales se adapten con tanta facilidad al lenguaje, por ejemplo, japonés; y es así que les cuesta asociar las técnicas con los nombres, ya que aunque están en pleno desarrollo puede resultarles complicado.
Sin embargo un aspecto favorable es sin dudas, el de la etiqueta, las reglas en el Dojo que inculcan valores tan importantes como el respeto, en los niños y en los que ya no lo son.
El respeto por su profesor y sus compañeros seguramente se trasladará a sus padres, hermanos, amigos, vecinos, etc.

No quiero decir que en las Artes modernas no se inculque el respeto pero si tengo seguridad que en las tradicionales es una base del Arte, uno de los pilares de la formación del alumno.
Pero modernizar las Artes Marciales no es algo malo, recordemos que los más grandes Maestros aportaron a la modernización de las mismas, con la revisión de técnicas que resultaban obsoletas, creando el sistema de graduación para estructurar la enseñanza, reglamentando las competencias, adaptando las técnicas a las situaciones actuales, etc.

Se ha modernizado el entrenamiento, con nuevos aparatos para desarrollar potencia, velocidad, precisión, etc., se ha avanzado en el campo de la nutrición, se han desarrollado dietas, complementos vitamínicos, y muchos de estos adelantos han contribuido con el crecimiento de las Artes Marciales.
Revolucionarios como Bruce Lee, Gichin Funakoshi, Gogen Yamaguchi, Jigoro Kano, etc.;  no se aferraron a las tradiciones, las respetaron pero vieron más allá, buscando perfeccionar lo existente, crear nuevos conceptos y desarrollar su Arte. Pero una gran parte de sus colegas los rechazaron, los tildaron de traidores, por no seguir con la tradición.
Por lo visto, los extremos no son lo mejor para las Artes Marciales; las Artes que hoy son tradicionales ya fueron hace muchos años atrás modernas, y sufrieron el mismo rechazo y fueron vistas con recelo por los tradicionalistas.

Por otra parte, modernizar no significa modificar todo lo aprendido, a veces en busca de la originalidad, algunos Maestros alteran todo lo posible para darle identidad a su Arte, y es así que se pierde la eficacia, o sea se gana identidad pero con un sistema que es inaplicable.

No se debe generalizar  en ningún caso, pero tanto la tradición como el modernismo en las Artes Marciales deben ser en la medida justa, sin perder la esencia del Arte, el verdadero objetivo que es formar seres humanos mejores para la sociedad.


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